Varios estudios científicos respaldan esta afirmación. Uno de los más conceptuados es él del Departamento de Agricultura, de los Estados Unidos, muestra que de 1963 a 1990 la cantidad de grasa de un lomo cocido de cerdo, disminuyó 77% y el de calorías, en 53%. En los últimos 31 años los progresos en la genética y en la nutrición, transformaron al cerdo del pasado en el cerdo Light de la actualidad.
La carne del cerdo moderno tiene colesterol comparable al de las carnes bovinas y de pollo, sin la piel. Responde perfectamente a las exigencias de la American Heart Association, que establece un máximo de ingestión diaria de 300 mg. de colesterol por día. Con el consumo de 100 gramos de lomo asado o cocido, el ser humano estará ingiriendo 72.8mg. de colesterol que es menos del 25% del máximo permitido.
Además, la carne porcina actual cumple las exigencias de la American Heart Association respecto a los niveles de grasa saturada, por que al consumir 100 gramos de lomo cocido, el ser humano estará consumiendo solo 2.4 gramos de este tipo de grasa. Esta cantidad representa menos del 10% del máximo permitido a ser ingerido por día.
Asimismo, la carne porcina atiende las exigencias de la American Heart Association sobre las calorías porque al consumir 100 gramos de lomo cocido, el ser humano estará consumiendo sólo 188 Kcal. (o sea, menos de 9% del máximo permitido). Por consiguiente, la carne porcina no tiene exceso de calorías y posee los valores apropiados a las necesidades del hombre moderno.
Además de atraer por el sabor, la carne porcina es también excelente fuente de vitaminas del Complejo B, principalmente de tiamina y riboflavina (B12). La tiamina es muy importante para el metabolismo de las grasas, carbohidratos y proteínas y la carne porcina es una de las mejores fuentes de ese nutriente. La riboflavina es importante para la liberación de energía de los alimentos y se encuentra en grandes cantidades sólo en la carne porcina y en la leche.
La carne porcina se destaca también por su contenido de calcio, fósforo y potasio. Otro mineral importante de la carne porcina es el hierro. La mitad del hierro, diferente a lo contenido en los vegetales, viene de una forma que es rápidamente digerida y absorbida por el hombre. La deficiencia de hierro es especialmente compleja en los niños y mujeres, aumentando los riesgos de la anemia.
La carne porcina moderna posee un apropiado nivel de proteína (19 a 20% en la carne magra), con una buena combinación de todos los aminoácidos esenciales, presentados de una forma biológicamente disponible. Ella es tierna y tiene un sabor muy agradable, que es la razón de su gran aceptación.
Cuando se consumen 85 gramos de carne porcina, una persona atiende a los siguientes porcentajes de sus necesidades diarias de nutrientes: 53% de tiamina, 33% de vitamina b12, 22% de fósforo, 20% de niacina, 19% de riboflavina, 18% de vitamina b6, 15% de zinc, 11% de potasio, 7% de hierro y 6% de magnesio.
Fuente: Portal www.solla.com
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